Los jardines verticales son una forma de aprovechar el espacio vertical de una pared o una estructura para cultivar plantas. Son una opción ideal para quienes tienen poco espacio horizontal o quieren crear un ambiente más verde y natural en su hogar o lugar de trabajo.
Las plantas trepadoras son aquellas que tienen la capacidad de adherirse o enroscarse a un soporte mediante raíces, tallos, zarcillos o ganchos. Algunas de las más populares son la hiedra, la enredadera, la buganvilla, el jazmín o la madreselva.
En este artículo te explicaremos qué son los jardines verticales con plantas trepadoras, cuáles son sus beneficios, qué materiales necesitas y cómo puedes hacer uno paso a paso.
Beneficios de los jardines verticales con plantas trepadoras
Los jardines verticales con plantas trepadoras tienen múltiples ventajas, tanto estéticas como funcionales. Algunas de ellas son:
- Embellecen el espacio con sus formas, colores y aromas.
- Mejoran la calidad del aire al filtrar el polvo, el ruido y los gases contaminantes.
- Reducen la temperatura ambiente al crear sombra y evaporar agua.
- Aumentan la biodiversidad al atraer insectos, aves y otros animales.
- Favorecen el bienestar psicológico al reducir el estrés y generar sensación de relajación.
- Ahorran agua al requerir menos riego que las plantas en macetas.
Materiales para hacer un jardín vertical con plantas trepadoras
Para hacer un jardín vertical con plantas trepadoras necesitarás los siguientes materiales:
Estructura para las plantas
Una pared o una estructura que pueda soportar el peso de las plantas y el sustrato.
Malla metálica
Un sistema de soporte que puede ser una malla metálica, una tela geotextil, unos tubos de PVC o unos paneles prefabricados.
Sistema de riego
Un sistema de riego que puede ser por goteo, por aspersión o por capilaridad.
Plantas
Las plantas trepadoras que más te gusten, teniendo en cuenta sus necesidades de luz, agua y nutrientes.
Tierra o Sustrato
Un sustrato adecuado para las plantas que elijas, que puede ser tierra, fibra de coco, turba o perlita.
¿Qué diferencia hay entre trepadoras y enredaderas?
Las trepadoras son las que tienen la capacidad de subir por sí solas por un muro, gracias a que tienen ventosas o zarcillos que se adhieren a la superficie. Las enredaderas, en cambio, son las que ascienden enredándose en otras especies mayores o en pilares. Por lo tanto, las trepadoras son más adecuadas para cubrir muros, mientras que las enredaderas necesitan algún soporte adicional.
Ejemplo de trepadora: la hierba pata de gallo
Una especie de trepadora muy recomendable es la hierba de gallo, que es perenne y se mantiene verde durante todo el año. Además, tolera muy bien la luz directa, lo que la hace ideal para muros expuestos al sol. Su crecimiento es rápido y cubre una gran superficie con sus hojas pequeñas y redondeadas.
Cómo plantar y cuidar tu jardín vertical con plantas trepadoras
A continuación te muestro los pasos para crear este tipo de jardín vertical:
- Preparación del terreno:
- Hacer agujeros en el muro, espaciados aproximadamente a 30 cm de distancia entre sí.
- Colocar las plantas en los agujeros con cuidado, asegurándose de mantener intactas sus raíces.
- Aplicación de fertilizante:
- Recomendable utilizar superfosfato triple para favorecer el crecimiento de las raíces.
- Instalación de malla de jardín:
- Colocar una malla de jardín entre la planta y el muro para proporcionar ventilación y evitar que el calor dañe la planta.
- Riego moderado:
- Mantener un régimen de riego moderado, evitando tanto el exceso como la falta de agua para mantener la salud de la planta.
- Poda regular:
- Realizar la poda cada dos o tres meses para controlar el crecimiento y mantener la forma deseada de la hierba de gallo.
Te mostramos este excelente vídeo para que tengas un ejemplo más visual de cómo hacerlo:
Otras opciones de plantas trepadoras para tu jardín vertical
Si quieres variar el color y la forma de tu muro, puedes combinar la hierba de gallo con otras trepadoras, como:
- La hiedra
- La buganvilla
- La madreselva
- La parra virgen.
Estas plantas tienen flores, frutos o colores diferentes que pueden crear un contraste interesante. Eso sí, hay que tener en cuenta sus necesidades de luz, agua y temperatura, y procurar que sean compatibles con la hierba de gallo.