Los jardines verticales son una forma de cultivar plantas en espacios reducidos o con condiciones adversas. Consisten en estructuras que sostienen las plantas en posición vertical, ya sea en macetas, paneles o módulos. Los jardines verticales tienen múltiples beneficios, tanto ambientales como estéticos, y se pueden usar en diversos lugares. En este artículo te mostraremos algunos ejemplos de dónde se usan los jardines verticales y cómo puedes crear el tuyo propio.
¿Qué beneficios tienen los jardines verticales? ✓
Los jardines verticales tienen varias ventajas, entre las que se destacan:
- Mejoran la calidad del aire: las plantas absorben el dióxido de carbono y liberan oxígeno, lo que ayuda a purificar el aire y reducir la contaminación.
- Aíslan el ruido: las plantas actúan como barreras acústicas que amortiguan el sonido y crean un ambiente más tranquilo.
- Regulan la temperatura: las plantas evitan el sobrecalentamiento de las superficies y crean un microclima más fresco y húmedo.
- Ahorran espacio: los jardines verticales aprovechan el espacio vertical que normalmente no se usa para el cultivo de plantas.
- Embellecen el entorno: los jardines verticales aportan color, vida y naturaleza a los espacios urbanos, lo que mejora el aspecto y el ánimo de las personas.
¿Dónde se usan los jardines verticales?
Los jardines verticales se pueden usar en cualquier lugar donde haya una superficie vertical disponible, ya sea interior o exterior. Algunos ejemplos de dónde se usan los jardines verticales son:
- En fachadas de edificios: los jardines verticales pueden cubrir total o parcialmente las paredes exteriores de los edificios, lo que les da un aspecto más natural y ecológico. Además, pueden ayudar a mejorar el aislamiento térmico y acústico de las construcciones.
- En balcones o terrazas: los jardines verticales son una opción ideal para decorar y aprovechar el espacio de los balcones o terrazas, especialmente si son pequeños o tienen poca luz. Se pueden usar macetas colgantes, estanterías o paneles con plantas que se adapten al clima y la orientación del lugar.
- En interiores: los jardines verticales también se pueden usar en espacios interiores, como salones, dormitorios, oficinas o comercios. Se pueden crear composiciones con plantas de interior que requieran poca luz y agua, o usar sistemas hidropónicos que faciliten el riego y el mantenimiento. Los jardines verticales interiores aportan frescura, color y oxígeno al ambiente.
- En espacios públicos: los jardines verticales también se pueden encontrar en espacios públicos, como parques, plazas, museos o estaciones de transporte. Estos jardines contribuyen a mejorar la biodiversidad urbana, a educar sobre la importancia de la naturaleza y a crear zonas de descanso y recreación para las personas.
Cómo empezar a crear tu propio jardín vertical
Para crear un jardín vertical se necesita una estructura que sostenga las plantas en posición vertical, un sistema de riego que las hidrate adecuadamente y un sustrato que les proporcione los nutrientes necesarios. Existen diferentes tipos de estructuras para jardines verticales, como:
- Macetas colgantes: son recipientes con agujeros que se cuelgan de ganchos o cables. Se pueden usar macetas de plástico, metal, cerámica o materiales reciclados. Se deben elegir plantas que no sean muy pesadas ni voluminosas, como suculentas, helechos o hierbas aromáticas.
- Paneles prefabricados: son módulos con bolsillos o rejillas donde se insertan las plantas. Se pueden comprar ya hechos o fabricar con materiales como fieltro, malla metálica o plástico reciclado. Se deben elegir plantas que tengan raíces poco profundas, como musgos, orquídeas o bromelias.
- Módulos hidropónicos: son sistemas que usan agua en lugar de sustrato para cultivar las plantas. Se pueden comprar o construir con tubos, botellas o cajas de plástico. Se deben elegir plantas que se adapten a este método de cultivo, como lechugas, fresas o tomates.
El sistema de riego de un jardín vertical debe ser adecuado al tipo de estructura, de plantas y de clima. Se puede usar un riego manual, con una regadera o una manguera, o un riego automático, con un temporizador o un sensor de humedad. El riego debe ser frecuente pero moderado, para evitar el encharcamiento o el secado de las plantas.
El sustrato de un jardín vertical debe ser ligero, poroso y rico en materia orgánica. Se puede usar una mezcla de tierra, arena, turba y compost, o usar sustratos comerciales específicos para jardines verticales. El sustrato debe renovarse periódicamente para mantener la fertilidad y la salud de las plantas.
Conclusión
Los jardines verticales son una forma innovadora y sostenible de cultivar plantas en espacios reducidos o con condiciones adversas. Tienen múltiples beneficios ambientales y estéticos, y se pueden usar en diversos lugares, tanto interiores como exteriores. Para crear un jardín vertical se necesita una estructura que sostenga las plantas, un sistema de riego que las hidrate y un sustrato que les proporcione los nutrientes. Los jardines verticales son una forma de acercar la naturaleza a la ciudad y de mejorar la calidad de vida de las personas.