Los jardines verticales son una forma de aprovechar el espacio vertical de una pared para cultivar plantas. Son una opción ideal para quienes quieren tener un toque de naturaleza en su hogar, pero no disponen de mucho espacio horizontal. En este artículo te explicaremos cómo crear un jardín vertical natural de interior, es decir, sin usar estructuras artificiales como macetas o paneles.
Para ello, necesitarás los siguientes materiales:
- Un soporte de madera o metal que se pueda fijar a la pared y que tenga agujeros o ranuras para colgar las plantas.
- Un sustrato adecuado para las plantas que elijas, que puede ser tierra, musgo, fibra de coco o lana de roca.
- Un sistema de riego por goteo o por nebulización que mantenga el sustrato húmedo sin encharcarlo.
- Las plantas que prefieras, teniendo en cuenta las condiciones de luz, humedad y temperatura de tu espacio. Algunas opciones son helechos, orquídeas, bromelias, suculentas, hiedras o ficus.
Construcción del jardín vertical de interior paso a paso
Paso 1: Prepara el soporte
El primer paso es preparar el soporte que sostendrá las plantas. Puedes usar una tabla de madera o una rejilla metálica que se adapte al tamaño y forma de tu pared. Lo importante es que tenga agujeros o ranuras donde puedas colgar las plantas con ganchos o alambres.
Si usas madera, te recomendamos que la barnices o la pintes con un producto impermeable para protegerla de la humedad. Si usas metal, asegúrate de que no se oxide con el agua.
Fija el soporte a la pared con tornillos o clavos, dejando un espacio entre el soporte y la pared para que circule el aire y evitar la formación de moho.
Los mejores soportes para tu jardín vertical natural de interior
Te ayudamos a escoger el mejor soporte para tu jardín vertical de interior con estas opciones que puedes encontrar a continuación. Como puedes apreciar, existe mucha variedad dependiendo el estilo que buscas:
Estantería de Bambú para Plantas
Añade un toque de elegancia a tu espacio con la Estantería para Plantas Macetas de Bambú de Medla. Esta escalera decorativa vertical de 40 x 20,2 x 121,9 cm es ideal para esquinas.
Escalera para Flores de Bambú unho
Hecha de bambú resistente, la estantería ofrece una exhibición elegante para tus plantas, creando un ambiente armonioso.
Maceta Vertical con Bolsillos PULUSI
Este innovador sistema, diseñado para interior y exterior, presenta un atractivo color verde y múltiples bolsillos para plantas.
Paso 2: Prepara el sustrato
El segundo paso es preparar el sustrato que alimentará y sostendrá las raíces de las plantas. Puedes usar diferentes materiales, según el tipo de planta y el efecto que quieras lograr. Si no dispones del sustrato, haz clic en su nombre para encontrarlo a mejor precio:
- Tierra: Es el sustrato más común y fácil de conseguir. Puedes usar tierra universal o mezclarla con arena, perlita o vermiculita para mejorar el drenaje. La tierra es adecuada para plantas que necesitan un suelo rico y húmedo, como los helechos o las orquídeas.
- Musgo: Es un material natural que retiene la humedad y crea un aspecto verde y frondoso. Puedes usar musgo sphagnum o musgo español, que son los más usados para jardinería. El musgo es ideal para plantas epífitas, es decir, que crecen sobre otras plantas sin necesitar suelo, como las bromelias o las tillandsias.
- Fibra de coco: Es un material ecológico y biodegradable que se obtiene de la cáscara del coco. Tiene una buena capacidad de retención de agua y aireación, lo que favorece el desarrollo de las raíces. La fibra de coco es apta para plantas que requieren un sustrato ligero y drenante, como las suculentas o los cactus.
- Lana de roca: Es un material sintético que se forma al fundir rocas volcánicas a altas temperaturas. Tiene una estructura porosa que permite el paso del agua y el aire, lo que evita la compactación y la asfixia del sustrato. La lana de roca es adecuada para plantas que necesitan un suelo pobre y seco, como las hiedras o los ficus.
Para preparar el sustrato, debes envolverlo en una tela permeable como arpillera, tul o fieltro, formando una bolsa o un saquito. Luego debes introducir las raíces de las plantas en el interior del saquito y cerrarlo con un hilo o una cuerda.
Paso 3: Coloca las plantas
El tercer paso es colocar las plantas en el soporte, colgándolas con ganchos o alambres. Puedes distribuirlas según tu gusto y creatividad, creando diferentes alturas, formas y colores. Lo importante es que respetes las necesidades de cada planta y que no las aprietes demasiado para que tengan espacio para crecer.
Algunos consejos para elegir y colocar las plantas son:
- Escoge plantas que se adapten a las condiciones de luz, humedad y temperatura de tu espacio. Por ejemplo, si tu pared recibe mucha luz directa, elige plantas que toleren el sol, como las suculentas o los cactus. Si tu pared está en una zona sombría, opta por plantas que prefieran la sombra, como los helechos o las orquídeas.
- Combina plantas de diferentes tamaños, formas y texturas para crear contraste y dinamismo. Por ejemplo, puedes mezclar plantas con hojas grandes y lisas con plantas con hojas pequeñas y rizadas, o plantas con flores vistosas con plantas con flores discretas.
- Crea un equilibrio entre las plantas que cuelgan y las que crecen hacia arriba. Por ejemplo, puedes poner plantas colgantes en la parte inferior del soporte y plantas erectas en la parte superior, o alternarlas en filas o columnas.
- Respeta la distancia mínima entre las plantas para que no compitan por los recursos y puedan desarrollarse bien. Por lo general, se recomienda dejar unos 15 cm entre cada planta, pero esto puede variar según el tamaño y el tipo de planta.
Paso 4: Instala el sistema de riego
El cuarto y último paso es instalar el sistema de riego que mantendrá el sustrato húmedo sin encharcarlo. Puedes usar dos tipos de sistemas: por goteo o con una regadera.
El sistema de riego por goteo consiste en una manguera con pequeños orificios o goteros que se conecta a un depósito de agua y a una bomba. El agua se distribuye por la manguera y cae en forma de gotas sobre el sustrato de cada planta. Este sistema es fácil de instalar y permite controlar la cantidad y la frecuencia del riego.
Para instalar el sistema de riego, debes fijar la manguera al soporte con abrazaderas o bridas, colocando los orificios o los aspersores cerca de cada planta. Luego debes conectar la manguera al depósito de agua y a la bomba, que puedes ocultar detrás del soporte o en un mueble cercano. Finalmente, debes programar el temporizador para que el riego se active según las necesidades de cada planta.
Puedes encontrarlos aquí
Sistema por Goteo – 2 Piezas Dispositivo de riego por goteo para plantas de interior
Lo más tradicional, una regadera
Consejos finales para tu jardín vertical natural de Interior
Ya tienes tu jardín vertical natural de interior listo para disfrutar. Ahora solo te queda cuidarlo y mantenerlo en buen estado. Para ello, te damos algunos consejos finales:
- Revisa periódicamente el estado del sustrato, las raíces y las hojas de las plantas, eliminando las partes secas o dañadas.
- Abona las plantas cada dos o tres meses con un fertilizante orgánico o mineral adecuado para cada especie.
- Poda las plantas cuando sea necesario para controlar su crecimiento y darles forma.
- Limpia el polvo que se pueda acumular en las hojas con un paño húmedo o una esponja.
- Vigila la aparición de plagas o enfermedades y trata de combatirlas con productos naturales o ecológicos.
Esperamos que este artículo te haya sido útil e inspirador para crear tu propio jardín vertical natural de interior. Si tienes alguna duda o sugerencia, no dudes en dejarnos un comentario.